Finanzas Públicas 3 BIS
El déficit (o, como decimos en mexicano, Requerimientos Financieros del Sector Público)
Este post es parte de la serie de posts sobre finanzas públicas que empecé aquí. Esta serie se compone de posts teóricosy prácticos. Los títulos de los posts prácticos, como este, terminan con la palabra BIS y toman el caso de las finanzas públicas de México.
Si la recaudación fiscal y el gasto público son manifestaciones de la distribución de poder en una sociedad, y el déficit es lo que se le quita a “los nosotros del futuro” y las generaciones futuras,1 podemos concluir que los mexicanos llevamos alrededor de 15 años resolviendo los desequilibrios de poder del presente quitándole a las generaciones futuras.
Existen básicamente tres métricas de déficit relevantes para México: el balance del sector público, que es simplemente ingresos menos gastos; los requerimientos financieros del sector público (RFSP), que es el balance del sector público más ajustes para conciliar los flujos fiscales con el stock de deuda;2 y el balance primario, que es el balance del sector público antes de pagar intereses.3
A inicios del siglo 21, el estado mexicano registró un balance presupuestario fundamentalmente equilibrado y con un balance primario positivo; es decir, generando ahorros para reducir el stock de deuda.4 Tras la Gran Crisis Financiera de 2009, y en línea con otras economías emergentes y en desarrollo, todas las métricas de déficit se deterioraron; se volvió a registrar un balance primario equilibrado entre 2016 y 2023. En 2024, todas las métricas de déficit presentarán un deterioro significativo.
Dado el carácter eminentemente político de las finanzas públicas, es inevitable comparar los déficits por sexenio.5 Y también es inevitable concluir que los sexenios panistas fueron más conservadores fiscalmente que los de EPN y AMLO.
A lo largo del tiempo, la acumulación de déficits resulta en un stock de deuda pública. Y pensar en déficits es pensar en las ganancias y pérdidas relativas en las que incurrió cada Presidente al diseñar sus presupuestos, y en cómo eventualmente el electorado compensó y recompensó. En retrospectiva, ¿le valió la pena a la coalición del PAN haber sido tan restrictiva fiscalmente a lo largo de 10 años? ¿Por qué Peña consolidó las finanzas públicas hasta 2016? ¿Se justifica la relativa restricción fiscal del gobierno de AMLO en la plaga de COVID de 2020-21 para después abrir la llave del gasto público en el último año del sexenio para terminar de pagar los proyectos prioritarios? A esta última pregunta, el electorado decidió mayoritariamente que sí.
Pero no hay que analizar los déficits como una variable aislada. Los déficits se suman a lo largo del tiempo y resultan en el stock de deuda. Del stock de deuda hablaremos en los siguientes posts.
Ver post conceptual.
Los datos presentados en este post provienen de las estadísticas oportunas presentadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México. Dichos datos no presentan datos de RFSP previos a 2008.
El número presentado para el sexenio de AMLO incluye el déficit proyectado de 5.9% del PIB presentado en los Pre-Criterios 2025.