Mercados en las nubes de dióxido de carbono (CO2)
Sobre la capacidad del Estado para crear mercados
El discurso alrededor de la transición energética ha creado mercados y oportunidades de inversión a todos los niveles: índices, inversión de impacto, capital privado, etcétera; el capitalismo ofrece ahora opciones ambientales y sostenibles.
Dentro de dichos mercados está el de “tope y comercio” (cap and trade), mediante el cual los gobiernos establecen límites totales a las emisiones de gases contaminantes que se pueden emitir en una economía, permitiendo que los distintos actores compran y vendan permisos de emisión en base a sus necesidades y ganancias de eficiencia.1 Los mercados de cap and trade más desarrollados del mundo están en Europa, Reino Unido, California, y el Noreste de Estados Unidos.
Efectivamente, los sistemas de cap and trade establecen un precio a las emisiones de CO2 que, como todo precio, está sujeto a la voluntad y capacidad de compra. Mientras menos permisos haya para emitir CO2, más cara se vuelve la posibilidad de contaminar.2 Como todo precio, se puede crear un índice y, eventualmente, productos que hagan tracking del precio y desarrollar un mercado alrededor de él.
Hace 5 años S&P creó el Global Carbon Credit Index (GCCI), que sigue la evolución del precio de las emisiones de CO2 en el mundo. Poco después, KraneShares creó una serie de ETFs temáticos que replican el desempeño de diversos índices de precios de carbono, siendo KRBN el que replica el desempeño de GCCI.3 El gráfico a continuación muestra el desempeño de GCCI, SPY y QQQ desde 2014.4
A diferencia de otras inversiones con temática ambiental, la tesis de inversión detrás de productos que replican el precio del CO2 no es demasiado evidente. Cuando uno compra acciones en una empresa que genera electricidad con páneles solares es evidente lo que se compra. A simple vista, un índice como GCCI depende de la oferta y la demanda para emitir CO2. Pero lo que hay que tener en cuenta es que la oferta está determinada por la capacidad y voluntad de reguladores gubernamentales. En ese sentido, la inclusión de índices de carbono en un portafolio depende de los supuestos que se hagan sobre la voluntad de los gobiernos por restringir las emisiones de CO2. En el largo plazo, pareciera que el precio por contaminar va a aumentar : los reguladores van a restringir la oferta de mercados de carbono y GCCI subirá. Pero eso está sujeto a volatilidad en plazos más intermedios y francamente imprevisibles: tras la invasión de Rusia a Ucrania, los reguladores europeos relajaron la oferta de permisos para emitir CO2, lo cual, combinado con un clima bastante benigno, llevó a una caída en el precio. De forma más fundamental y de largo plazo, el precio del CO2 también depende de la voluntad de las poblaciones y los sectores productivos para reducir emisiones; en una línea de tiempo lo suficientemente larga, ningún regulador puede escapar a la presión política, por más independiente que se haya diseñado.
Cap and trade, GCCI, y los productos derivados que vayan surgiendo con el tiempo son un ejemplo más de la capacidad del Estado (o de organizaciones supraestatales, como la Unión Europea) para crear mercados de, literalmente, el aire. El valor económico es una función de los medios de producción, el valor que otorga el consumidor y el código legal.
Los sistemas de cap and trade crean permisos para emitir (allowances), que son distintos de las compensaciones (offsets). Es un error confundir ambos. La diferencia se explica aquí.
Cuando se empezaron a conceptualizar, una de las principales críticas a los sistemas de cap and trade era que se le ponía un precio a la posibilidad de contaminar, lo cual podía llevar a la exclusión de los más desfavorecidos. Con el tiempo, se ha concluido que es una solución dentro de varias para la transición energética. Las tres principales críticas a cap and trade y contraargumentos se pueden ver aquí.
Existen otras empresas que han replicado la tesis de inversión detrás de KRBN. Nada de lo que se escribe en este Substack es recomendación de compra-venta, etc…
GCCI fue oficialmente lanzado en julio de 2019. A fin de otorgar una serie de tiempo, S&P creó una serie retroactiva a 2014.