En la entrega anterior vimos cómo México es cada vez un país más concentrado en zonas urbanas. También es un país cada vez más viejo como resultado de una reducción de la tasa de natalidad. Entre 1980 y 2020, la edad mediana en el país pasó de 24 a 29 años, lo cual puede no parecer mucho a primera vista, pero las tendencias demográficas son como bolas de nieve: una vez echadas a andar, es muy difícil detenerlas y cambian la composición de la población en el mediano plazo. Para 2050, se estima que la mediana de edad rondará los 45 años.
El envejecimiento de la población no es exclusivo de México; es un fenómeno mundial cuyas consecuencias en política, economía, urbanismo, finanzas, entre muchas otras áreas, apenas se están empezando a imaginar. En todo caso, pareciera que México será un país viejo antes de llegar a ser rico (al igual que otros países) y pocas cosas hay más difíciles y crueles que una vejez pobre.
En siguientes entregas veremos por qué México está en la antesala de una vejez pobre y si hay algo que se pueda hacer para paliar esa situación.
Fuente del gráfico: United States Census Bureau International Database y cálculos propios